22 may 2011

Paralelos

La vez pasada dije que el equipo llegaría a Wembley física y anímicamente bien, gracias a la buena administración del tiempo de Pep.
Analizando bien esta frase, he querido corregir en lo que se refiere al aspecto anímico. En estos momentos y hasta el sábado... ¿Qué se vive? ¿Qué ambiente es el que se respira?

Es importante para esto revisar la hemeroteca y darse cuenta a lo que me refiero con el título del post.

Si recordamos la final de Wembley en 1992, la filosofía en esos tiempos recién empezaba y tenía a sus espaldas gente pesimista acostumbrada a ver perder a su equipo en finales. El respaldo de Johan Cruyff a sus jugadores los armó de tranquilidad y confianza. Por tanto al transmitirlo al juego, se hizo de la mejor forma posible y en un momento tenso conseguimos el gol.
Dos años más tarde, estábamos ante la final de Atenas; y el ambiente era de pre-potencia, de decir que "nuestro juego era superior al del Milan"; que la Final la tendremos fácil; que los italianos tienen pocas opciones, y sobre todo de ir con el ambiente de Wembley del 92', cuando no era el momento indicado.

El paralelo se traza en el 2009. Ganamos en Roma con una actitud de confianza en el equipo y en demostrar que sí podíamos derrotar al Rey de Europa y el mundo, en ese entonces.
Ahora la situación vuelve a ser diferente, ahora nosotros tenemos el peso de ser favoritos como en la Final de Atenas. Ahora el juego que más llama la atención es del Barça y por simplistas razones uno se atreve a pensar: "El Barça lo tiene fácil"
Pero ahora, y en una final como ésta, quien tiene más posibilidades de ganar; por peso, es el que demuestra intensidad los 90 minutos y no el que cree a mitad de partido, que lo tiene hecho con un gol, o peor aun, que minutos antes se diga que lo tendrá fácil.

No se puede tropezar con la misma piedra. Y sé que suena fácil decirlo y me imagino lo difícil que es transmitirlo en el fútbol, pero vuelvo a decir que depende del Barça. Podrá ir muy bien en el aspecto físico pero si no está preparado en el aspecto anímico, todos los planes en lo táctico se irán haciendo añicos.

Para los que no les queda claro aun, creo que es fundamental señalar ejemplos, ejemplos de finales.
Ninguno quiere terminar como el Milan en el 2005. Se creyó absolutamente superior, se fue al ataque muy "alegremente" y gracias también al momento inspirador de Benítez el Liverpool logró empatarle los tres goles y ganarle en penales en un momento mágico de Dudek.

¿Y por qué también no recordar la final en el Camp Nou en 1999? Obviamente uno lo que piensa es que el mismísimo Manchester United de la mano del mismo Ferguson tuvieron suerte, pero la verdad que el fútbol nos ha demostrado a lo largo de la historia que mientras el árbitro no pite el final, puede pasar cualquier cosa.

El tópico "Que gane el mejor" es muy bonito pero es completamente mentira. Y no quito mérito a los equipos que han ganado una final; incluyendo a nuestro Barça, pero si las han ganado es porque han mantenido la intensidad y lograr tener el mínimo margen de error.


El jueves daré mi punto de vista acerca de los posibles planteamientos de los dos equipos. Esta final ya comenzó. Vamos Barça...

No hay comentarios: