25 ene 2012

La Diosa Fortuna presenció la vuelta


Me preocupaba mucho este partido. Y hasta tenía una dosis de miedo. Sí, miedo, porque el entorno que se había instaurado, fruto de la prensa en Madrid, indicaba algo así como: "el vestuario del Madrid está roto", a la vez que en Barcelona las sensaciones eran absolutamente llenas de confianza para aquel equipo que iba a ganar en el Camp Nou y sentenciar la eliminatoria de forma descomunal, como muchas otras veces.
Mourinho estaba obligado a atacar si quería mantener la ilusión. Después de todas las críticas que le cayeron de su propia gente, era difícil creer que tenía los alicientes necesarios para ir dispuesto a cambiar la cara del clásico, pero su propio carácter no hizo que renuncie a sus principios y alineó el mismo 4-2-3-1 atrevido que otras ocasiones, aunque con alguno que otro aspecto que estuvo interesante.

A la vez, Guardiola apostaba por su mismo 11 que del Bernabéu...

Pinto
Alves - Piqué - Puyol - Abidal
Busquets
Xavi - Iniesta
Messi - Cesc
Alexis

Higuaín
CR7 - Kaká - Ozil
Lass - Xabi
Coentrao - Ramos - Pepe - Arbeloa
Casillas

El Real Madrid apostó nuevamente por los centrales como únicos referentes atrás, y las sensaciones que les iba en contra del Madrid, y más aun en el Camp Nou, era de salir goleados. Alta presión, línea de Lass y Xabi adelantada sin nadie que cuide sus espaldas, salvo Ramos y Pepe; encargados del inquieto Alexis. Todo indicaba que en una contra del Barça, estaba el gol.
El siempre importante papel de Cesc, creando superioridad en mediocampo donde haga falta, hizo muchas veces causar estragos al Madrid, pero mucho más problema fue Messi. El peligrosísimo receptor entre líneas amenazaba continuamente con cazar algún balón para ir hacia la frontal.
Igual El Pentágono, como se dibujó en algunos minutos del primer tiempo, tuvieron rol importante. Los centrales sin referencia ya que Alexis acostumbraba a recostarse por la derecha (donde jugadores que fijen no había), quedaban confundidos haciendo frente al juego rápido de continuación que exigía el mejor bloque ofensivo del mundo.

El Real Madrid, hay que decirlo, tuvo dos ocasiones clarísimas. La primera, de Higuaín nada mas comenzar el partido, y la de Ozil, chocando al palo desafortunadamente, pudiendo haber sido el gol de la temporada.
El Barça claramente quería defender el resultado, porque replegó sus líneas y esperaba alguna contra para noquear a un Madrid que iba como sea a querer sobrepasar las líneas del Barça. Messi era el siempre dolor de cabeza, porque en cualquier momento, cuando Lass y Xabi descuiden su línea, iba a crear un espacio imprevisto ante la sola responsabilidad de Ramos y Pepe.

Así fue el primer gol. Salida bien hecha superando la presión, Alves logra localizar la línea de pase, y Messi hizo lo suyo arrancando desde mitad de campo hasta asistir a Pedro que ingresaba como una flecha desde la izquierda. El cambio, a propósito, hizo bien. Iniesta, aparte que andaba con molestias, siempre existía la falta de un extremo puro que de oportunidades a las diagonales llegadas por el centro.

El segundo gol, que fue un zapatazo impresionante de Dani Alves, se hizo en el momento menos indicado para el otro tramo de 45 minutos. De esa manera se dio paso a uno de los capítulos más tenebrosos del fútbol. Se potenció el plan de especular, para mal...

La maldición del 2-0


Yo tengo una teoría. Esto es opinión personal, aunque creo que después de leer lo que voy a comentar, estarán muchos de acuerdo.
Cuando un equipo muy valorado marca 2 goles en el primer tiempo, tiende a relajarse la segunda parte, tratando de especular y defender el resultado. Y si vas a defender un resultado, lo más probable es que salgas perdiendo, más aun con un equipo con amplia calidad en sus jugadores y las grandes motivaciones que significa ser el máximo rival.

Pasó ayer, y estuvimos a punto de caer en el mayor ridículo. Si para este partido, las intenciones era dejar que su defensa quede desprotegida y así mediante contras, sentenciar; para la segunda parte, el Barça se durmió completamente, intentando ya ni si quiera proteger, sino hacer pasar el tiempo; contemporizar y en efecto, fallar en muchas salidas de las cuales una fue un gol de Cristiano que ya estaba predestinado después de la actitud mostrada.

El Madrid se dio cuenta de esto y se acordó que marcando dos goles clasificaba, por tanto que, metiendo un gol más; crearían uno de los ambientes con más tensión en un estadio de fútbol. Así fue. Y no tardaron. Benzema se encargó después que Piqué intente hacerse de un balón.
El miedo empezó a sentirse en las gradas, y lo más desesperante es que quedaba una eternidad para que el árbitro pite el final. 18 minutos de agobio.

Como el plan del Barça era realizar contras después de un posible ataque madridista, la posesión quedó del otro lado, y el Madrid tomaba la iniciativa. El mundo al revés.
Fue rarísimo verlo, pero era comprensible después del plan preparado por Pep, y sumado a la relajación por querer contemporizar en lugar de "matar" de una vez por todas a un Real Madrid con pequeñas luces de esperanza. Lo resucitamos, y empezamos a estar a un ritmo absolutamente irreconocible, despejado balones y cerrando espacios para complicar sus llegadas.

En efecto, sucedió lo más trágico del fútbol, el Madrid 'desnudó' a Busquets, Xavi, Thiago y otros más, que intentaban defender.

Así se ganó la eliminatoria. Con la manera menos adecuada. Obviamente, no debería caerle toda la culpa a Guardiola y sus jugadores. El gran culpable es el calendario. Ayer se jugó con fuego porque pudimos caer eliminados tontamente.
Hay que decirlo también... la Diosa Fortuna estuvo presente, porque el Madrid tuvo muchas otras ocasiones que bien podría haber cambiado esta historia.

Al fin y al cabo, el Barça, como dijo Pep, fue justo vencedor a 180 minutos. La ida, bien ganada, la vuelta, con sabor agridulce, pero teniendo la comprensión de que se cargan un calendario apretadísimo.

El Real Madrid se ensucia


No quise añadir este otro capítulo, pero las imágenes y los comentarios me obligan a hacerlo. Después del partido, se dio un sinfín de críticas de los jugadores blancos hacia los árbitros culpándolo de la derrota. La verdad, nuevamente lamentable su imagen, a pesar de haber podido irse con el escudo en alto por la gran lucha que dieron los últimos minutos.
Una vez más, Casillas, Ramos, y el infaltable Mourinho fueron en contra de las decisiones arbitrales cuando las imágenes, testimonios y argumentos desmienten todo tipo de excusas de mal perdedor. Una de ellas, de Andujar Oliver, dando claros argumentos de haber perjudicado más al Barça que al Real Madrid:

1. Debió expulsar a Lass. Una dura entrada del francés sobre Messi fue merecedora de la segunda amarilla. Los jugadores del Barça rodearon a Teixeira pidiendo la expulsión del jugador.

2. Debió expulsar a Pepe . Al central del Real Madrid se le fue de nuevo la mano. En esta oportunidad impactó en el rostro de Cesc.

3. No hay penalti de Busquets. Una jugada difícil de ver. En la primera imagen se aprecia una mano del centrocampista azulgrana. En una segunda toma se ve como el balón impacta en el abdomen.

4. No hay penalti de Abidal. Previamente hay juego peligroso de Sergio Ramos y además la mano del francés es involuntaria.

5. Gol bien anulado a Sergio Ramos. El central del Real Madrid hace falta previa a Dani Alves.

6. No hay penalti de Pepe a Alexis. La acción no deja de ser un forcejeo normal y no hay falta. El central blanco carga legalmente al ariete azulgrana.

7. No hay penalti de Puyol a Benzema. El francés intenta llegar al balón pero se desequilibra en la carrera.

Comprendo que el árbitro es humano, y puede equivocarse, pero en ocasiones que son muy claras merecedoras de amarillas o rojas, es inevitable no hablar y criticar.


"Queremos hacer bien nuestro trabajo y sobre todo no salir en las portadas"
Undiano Mallenco

22 ene 2012

Guardiola asegura


Me suponía a un Málaga atrevido debido a la imagen futbolística siempre romántica del ingeniero Pellegrini, pero el Barça se topó con un equipo improvisado que no usó bien sus armas principalmente cuando andaba sin pelota.

Pero antes de indicar cual fue el epicentro de un sinfín de oportunidades, Guardiola apostó por la imagen segura y compacta de su equipo, el 4-3-3, a pesar que el mediocampo rival dejaba siempre en desventaja numérica.

Valdés
Alves - Piqué - Mascherano - Abidal
Busquets
Thiago - Iniesta
Messi
Alexis - Adriano

Así Pep y sus pupilos amenazaban con perforar las líneas del Málaga. Al principio Messi se situó al costado como si de un Cerrojazo se tratara, pero luego se fue completamente a la posición de enganche para que quede todo a disposición de Alexis Sánchez y sus grandes movimientos "silenciosos".
Continuamente, volvía locos a los centrales y eso sirvió para evitar la anticipación. Ya con eso ganado, lo siguiente era hacer de las transiciones pan comido para Leo Messi y su amenazante presencia entre líneas. El 4-3-3, justamente sirvió para eso. Alves y Abidal, no fueron los únicos, Adriano también fijó al lateral Sergio Sánchez, y dejó por fin, que sea el partido de Iniesta y Thiago, realizando ellos las transiciones seguras de la defensa hasta llegar a 3/4.

Busquets, pieza clave en hacer cómodas aquellas idas, andaba sin sujeto al lado. Totalmente libre y en efecto, haciendo otro buen partido para sumarse a su inquebrantable experiencia.

Antes de llegar a explicar, de manera simple, el dolor de cabeza de Pellegrini, los huecos y caminos que teníamos que encontrar en mediocampo no fue difícil, en absoluto. Uno de los quiebres más desesperantes en el partido, se dio entre Eliseu y Maresca. El interior bien posicionado, pero el extremo no.
Eso dio paso a que Thiago o el mismo enganche estén siempre respirando aire fresco por esa zona. Fue uno de los caminos que mejor encontraron, creando a la vez una línea de pase para el otro pulmón del equipo.
Por otro lado, Iniesta que era uno de los artífices, actuó de manera discreta, porque el verdadero látigo fue Thiago: el mejor de la plantilla actuando por detrás del balón; en el sentido de encontrar espacios de forma instantánea.
Así pues, se daba paso a filtrar el balón entre el novato bloque defensivo (si se puede llamar bloque)...
Y una vez que se llegaba a los pies de Leo Messi, todo quedaba a su criterio, que se desataba en milésimas de segundo. Las mejores oportunidades las tuvo él. En simples palabras, le sirvieron el partido en bandeja.

La otra cara del partido no fue decepcionante. El Málaga, en el primer tiempo, amenazó con sus contras y algunas acciones que no se llegó a concretar si no fuera por el buen momento de Víctor Valdés. Una vez que Pellegrini se arrepintió de la peor decisión de su vida, quiso volver a su faceta romántica en ir al ataque, presionando a la primera línea; pero ya era demasiado tarde,... a los 50 minutos.

Con el verdadero Málaga dispuesto a "morder", el Barça se aprovechó aun más y no demoró en sentenciar. Messi ya se colocaba como falso 9. Cuenca entró en lugar de Alexis, al lado extremo, mientras Adriano siguió con su magistral ida y vuelta por la banda.

Cuando Pep quiere sentenciar o asegurar un partido, no duden que tácticamente será preparado para el mejor futbolista del planeta. Al menos hasta ahora ha sido así.
Los locales siguieron teniendo sus ocasiones, incluso una se llegó a concretar con gran definición de Rondón. Nuestro peso era mayor, pero de todas formas, superamos esa línea que separa el éxito del fracaso, y que según Pep, siempre es delgada.

18 ene 2012

Guardiola limita el Plan Mou

Después de ver el partido frente al Betis, tuve en frente una nube cargada de dudas con respecto al sistema actual táctico del equipo. Por esa razón no publiqué un repaso del partido del pasado domingo. Luego lo analicé mejor y saqué conclusiones.
Pero hoy, jugábamos la ida de cuartos de final de Copa ante el Real Madrid de Mourinho, y era totalmente distinto; en el sentido de poder explicar ahora mismo lo que asimilé del partido del Betis. No pudiendo demostrar estas ideas, haré un paréntesis hasta volver a la jornada liguera frente al Málaga, y analizaré lo que fue hoy, el Clásico.

Teniendo en manos una de las mejores versiones del Barça creando ventajas en finalización, Guardiola apostó por el equilibrado 4-3-3 para volver ancho el campo y crear muchos espacios frente el Cerrojazo que planteaba Mouirnho. Su alineación fue curiosa, pero no sorprendente. Era más que claro el trivote.

Pinto
Alves - Piqué - Puyol - Abidal
Busquets
Xavi - Cesc
Messi - Alexis - Iniesta

Benzema - Higuaín
Lass - Pepe - Xabi
CR7 - Coentrao - Ramos - Carvalho - Altintop
Casillas

El ataque consistió en colocar a Messi al centro junto a Alexis, mientras la banda derecha quedaba solo para Alves. Iniesta fijó a Altintop, mientras Cesc y Xavi eran los principales artífices de las transiciones.
El Madrid, esperando con trivote + Cristiano, hizo defensa en bloque y sacó muchos balones de los cuales uno terminó metiendo CR7 en las redes del irregular Pinto.
Cuando hacían aquellas contras, la mayoría de veces, la gran lectura de Abidal, Puyol, Piqué y Busquets hicieron, tras pérdida, llevar rápido el balón hacia la frontal, donde Messi y Alexis jalaban con sus movimientos peligrosos a toda la defensa blanca. Así pues, quedaba el Barça siempre en ventaja, porque abundaban los espacios en el momento post-pérdida del Madrid: Las segundas jugadas.

Otro de los puntos claves fue que ante la ida de CR7 como principal referente en las contras, quedaba la banda libre para Dani Alves, por lo que la presión que amenazaba con trabar aquel momento post-pérdida compensada en la transición de Xavi y Cesc, quedaba cómoda con la presencia del brasileño.

Nuestras contras también pudieron terminar siendo una pesadilla pero el primer tiempo acabaron con ventaja y se daba paso a otro episodio.

La mayoría de veces Pep siempre había solucionado todo lo que se le presentaba. Y así fue. Una vez más. Fue el ajuste perfecto en el once... Messi pasó al costado derecho combinando con Alves, mientras Alexis quedaba solo en punta para explotar sus máximas cualidades. Iniesta siguió fijando el lateral izquierdo. De esa manera, y el Madrid más cansado, el cambio posicional de Leo fue la destrucción del Cerrojazo.

Los laterales que siempre estaban cerrados, tuvieron que ancharse para prepararse ante una posible embestida del mejor jugador del mundo. El trivote se estiró y los espacios comenzaron a aparecer.

El gran cabezazo del imperioso Puyol, y el sorpresivo Abidal que robó un espacio quedando uno contra uno frente a Casillas, hizo remontar al Barça para hacer el resultado justo después de todas las comodidades tácticas que le otorgó, una vez más, el genio de Pep.

Una de las cosas que no dejaré pasar, es comentar el gran momento de Alexis Sánchez. El chileno, el partido pasado fue el mejor, y este, nuevamente luchando por ser el destacado. Sus movimientos sin balón comienzan a fijarlo como titular indiscutible...

Al Barça todavía le falta sentenciar a la vuelta en el Camp Nou. Parte con ventaja pero no significa en absoluto dejar gran parte de la dosis de intensidad para especular con posesión. Demos sentido a este partido bien trabajado porque el nivel de concentración hoy fue elevadísimo.

Feliz cumpleaños Pep
VISCA EL BARÇA
Y a por el Málaga, cracks

8 ene 2012

En el momento menos apropiado

Cuando analizas un partido del Barça es totalmente diferente a hacerlo con otro equipo donde colocar conclusiones al final es menos complicado. Aquí, siempre resaltan las hipótesis, mas no una oración final que puntualice las causas exactas de un fallo o una victoria.
Principalmente si se trata de tácticas. Por eso hoy, después de repasar el partido dos veces taché varias hipótesis y me quedé con una...

Días antes del derbi catalán, nos enfrentamos al Osasuna. Y si bien este partido no fue altamente intenso, sí reclamó Guardiola el mismo grado de concentración que un Madrid-Barça. El equipo respondió pero no se percató que días después le tocaba una de las pruebas que más complicaciones nos ha dado las últimas temporadas. No culpo a Pep. Su ambición y confianza es tan grande que quiso poner a prueba al equipo este mes, para poder estar convencido que irían a por las tres competiciones sin bajar un minuto la atención.

Pochettino, un entrenador más que bueno, le ganó la partida en un duelo donde hubiéramos ganado claramente, sino fuera por la dejadez "comprensible" de algunos.
Lo que muchos indican es que la línea de 3, o en otras palabras el 3-5-2 no fue el apropiado. Yo también tenía aquella idea que armando un 4-3-3, es decir, abriendo más el campo, el Espanyol hubiera sufrido muchísimo, pero viendo ya la segunda parte comencé a preguntarme, ¿y por qué Pep insiste tanto con este sistema si está más que claro la debilidad en las bandas?

Entonces me planteé otra hipótesis, y me guié de la frase de Guardiola en rueda de prensa que dice: "El rival también juega, estamos malacostumbrados"
A partir de esa explicación, comprendí todo. Y es que lo mismo que pasó ante la Real Sociedad la pasada temporada, cuando ganábamos por la mínima, pasó hoy. Y se puede explicar ahora sí, desde errores tácticos...

Guardiola dio paso a este sistema:

Valdés
Puyol - Piqué - Abidal
Busquets
Xavi - Iniesta
Alves - Cesc - Messi - Alexis

Una de las cosas que Pep puso a prueba es no llevar como referencia a Alexis de '9', sino como sorpresa. Se tiraba hacia la banda y cuando asomaba peligro se trasladaba hacia el centro, pero sus movimientos no eran fijos. Siempre dependían de dónde estén ubicados los jugadores libres, que eran Cesc y Messi.

Y el Espanyol respuesta a ello armó un 4-3-3 defensivo, para salir a la contra que se comenzaron a producir en el mediocampo. También se comenzó a equivocar el equipo de Pochettino después que abriéramos la lata con un cabezazo impresionante de Cesc Fábregas. Se intimidaron un poco pero el técnico argentino no se dio por vencido e insistió en recurrir a la confianza de sus defensas y apostar por la replegación central de sus dos líneas de 3.

De esa forma, la finalización no llegaba y la intensidad bajó a toneladas. No existía la misma picardía que minutos antes.
Así terminaba la primera parte y la mayoría de aficionados protestó la colocación de tres defensas. Yo me incluía en esa queja desde casa, pero Pep insistió con los mismos roles y me di cuenta que quería poner a prueba a sus pupilos. El sistema iba a funcionar, pero no respondieron quienes en sus pies se posaba el mayor peligro...

Por obvias razones, el 4-3-3 iba a estirar mucho más el campo que el 3-5-2, encima de crear superioridad por las bandas cuando en el momento, Alexis y Dani Alves se encargaban de hacerse de individualidades para desquitarse de los más atentos laterales de La Liga, Amat y Dídac, pero apostando por la calidad de Xavi, Iniesta y Messi, se confió que la continuidad de las jugadas iban a ser 100% seguras, pero no ocuparon bien los espacios, y las contras de Thievy, Verdú o Sergio García se transformaban en cada vez más peligrosas, y aun más para el sobrecargado Sergio Busquets, que se encargó de recorrer km. enteros durante la segunda parte y sufrir más de la cuenta. Estaba 'ahogado', mientras la defensa temerosa, aunque salvada muchas veces por la lucha inquebrantable de Puyol.

Los centrales pericos (Rodríguez y Moreno) seguían sin referencia, lo que les invitó a salir a anticipar y lucir sus máximas cualidades. El 4-3-3 era más notable y el Barça seguía insistiendo por la zona donde el mayor riesgo se posaba en contra, aunque Pep estaba seguro que no hubiera existido si los jugadores de 3/4 de campo para arriba no hubieran estado tan desconectados del partido, y en efecto, cometiendo fallos garrafales en pases cortos.

Se tenía tan seguro que el partido estaba hecho, que se les olvidó algo... las bandas quedaban desprotegidas. La espalda de Alves una de las más castigadas, y por esta situación se creaba muchas veces desesperación lo que hacía desordenar ubicaciones.

Y Xavi e Iniesta seguían sin reaccionar. Cesc quizás era el único que incesantemente corría de una lado a otro apoyando en las triangulaciones y las transiciones defensivas por los costados. El gran espacio que se llegó a crear fue el máximo látigo que recibió Pep desde que Mourinho lo introdujo en sus telarañas la pasada final en la Copa del Rey. Llegó el gol de Vásquez, y el Barça reaccionó, aunque tarde, y dejando algunas injusticias en escena después que al árbitro cobrara dos fuera de juego inexistentes y un penal más que claro que se hizo indiferente.

Guardiola jugó con fuego como muchas otras veces, lástima que, esta vez...
se quemó.