Recuperando confianza

No fue un partido para esto, y me refiero a "recuperar confianza". Si bien el Getafe nos restó puntos quedando a mucha distancia del Real Madrid, no es motivo de crear ambiente de inseguridad en nuestro juego. Ni si quiera para que se nos pase por la cabeza...

Sin embargo, en el partido ante el Rayo las expectativas no fueron buenas ya que el Barca demostró todo lo contrario con respecto a actitud los primeros minutos y estuvo inseguro. No lo digo porque el simple hecho que el Rayo fue más, sino porque el Barca se hubiera desquitado de su presión si dejara de apostar tanto a la verticalidad en la zona central. Se notó claramente este detalle negativo cuando debíamos haber estirado el campo desde el primer minuto.

Pero en fin, hay que reconocer también que lo que planteó Sandoval fue astuto, hasta cierto límite. Sabía que el Barca no pasaba por un gran momento emocional y apostó por asfixiar los primeros pases y movimientos de la defensa barcelonista con un 3-4-3 verdaderamente admirable, porque a diferencia de otros equipos atrevidos y temerarios apostando por la Presión Zonal sin ni si quiera haberlo podido practicar una vez en la temporada (Osasuna), al Rayo le trajo resultados por sí estar acostumbrado y a punto estuvo de marcar.

El Barca no estuvo bien la primera parte. Una porque no estuvo seguro. Dos porque apostó por la verticalidad, y tres porque a eso se le sumó la efectiva presión del Rayo.

Pese a ello, como dije, el gran mérito del Rayo fue hasta cierto punto. El Barca comenzó a despertar cuando en uno de los ataques, Alexis Sánchez abre la lata con un tremendo golazo. Y el Rayo tuvo culpa, sí, porque dejando una línea de 3, se quedó mal parada ante una descoordinación de su zaga. A partir de aquí la historia sería diferente, porque mis elogios a Sandoval en los primeros minutos desaparecerían debido a que el resto del partido hizo el mismo papel que otros equipos; que apuestan por el "Fútbol romántico" y caen fulminados ante inmensa calidad que gozan equipos como el Barca.

Al margen de comentar sobre la baja intensidad de partido que se mostró a partir del gol de Alexis, hay que señalar un punto importante para creer que el Barca salió con baja actitud.

Pep hubiera alineado 3-4-3 desde el principio, pero las continuas trabas del Rayo y sus buenos ataques sorpresa no permitieron que Alves se desprenda de la línea de 4 y que Piqué le cubra la espalda. El 4-3-3 pasó a ser esclavo del increíble planteamiento de Sandoval en los primeros momentos del encuentro.

Sin embargo, ya en el minuto 30 comenzaron a notarse los primeros cambios notándose así el 3-4-3 definitivo, aunque careciendo al principio de un punta. Messi se sumaba al mediocampo contando de esa forma con 5 hombres, y Alexis y Villa ensanchando el campo.

Ya en el segundo tiempo, Villa se fue como delantero punta mientras Messi ocupó la posición de mediapunta. Alves se fue directamente hacia el costado como absoluto amo del lado derecho.

A propósito, me molesta mucho que se critique a David Villa, y es por eso que he decidido armar un artículo contradiciendo a todo aquel resultadista que diga que David es un problema o una piedra en el zapato de Guardiola. En unos días, posiblemente después del partido ante el Levante, publicaré algo al respecto. Visca el Barca y a por el equipo de Juan Martínez.

La más difícil travesía empieza ahora

Cada año Guardiola dice una y otra vez que el reto es aun mayor para sus jugadores. Pocos son los que verdaderamente lo creen porque al final el Barça, al menos hasta ahora, ha demostrado seguir ganando y de la misma manera, por eso la mayor parte de la afición termina con la conclusión de que el equipo no realiza desgaste alguno, cuando es todo lo contrario.

Este ha sido el reto que más se ha presentado desde que el Barça se pusiera adelante del Madrid en la temporada 08/09. Ahora, es diferente.

Ayer, el Real Madrid de Mourinho se puso a 6 puntos de ventaja y así empieza una situación atípica en la etapa de Pep como técnico. Nos hemos sabido mantener, pero nos falta demostrar el otro aspecto de un campeón. A Pep le falta cumplir el reto de levantar cabeza. Se espera una de las más largas y quizá sufridas Ligas que nos toque vivir. Pero esta vez, todo es diferente.

Las Ligas no acaban en noviembre, y esta travesía poniéndose en marcha es de las más fascinantes que se haya presentado en la Era Guardiola.

¿Tuvo mucho de culpa el partido de ayer? Creo que no.

Advertía Pep del gran potencial defensivo del Getafe. Antes del partido, elogió a Luis García por tremenda virtud que le había concedido a su equipo desde hace mucho. También sabía que, el talón de Aquiles serían sus bandas. Así que dispuso de un 4-3-3 muy engañoso y versátil.

Primero, la línea defensiva estaba compuesta por Busquets, Piqué y Abidal. Pero Sergio como de costumbre, tiene una función de mucho peso para la continuidad de la posesión del balón.

Así pues, el único eje que comandaba estaba conformada por Xavi y Thiago, y ni si quiera participó Leo Messi. Así que al guiar solo ellos la horizontalidad del equipo, Sergio se colocaba detrás como un pivote en el ataque de 3/4 de campo para cualquier pérdida, mientras Piqué y Abidal se situaban como si fuera un 4-3-3 con Alves y Maxwell adelantados estirando el campo.

Cuando recién comenzaba la creación de las jugadas, Busquets, en cambio, estaba como un defensa más. Todo engañoso, pero resultaba.

De esta manera, y una vez más los extremos, Alexis y Messi, quedaban en ventaja por superioridad numérica junto a los laterales. Tuvimos muchas ocasiones por ese lado, pero hay que apuntar que se perjudicó al equipo cuando en algunas oportunidades Xavi y Thiago intentaron pasar los tres hombres centrales de la línea de 5 y si bien quedaban entre líneas con mucha ventaja, estaban expuestos a un contragolpe.

Otro de los detalles fue la posición de Messi. Hubiera tenido muchos más frutos en el centro ya que tengo entendido que Villa y Alexis trazando diagonales por los costados son peligrosísimos, incluso el mismo Isaac Cuenca, que entró en la segunda parte. Pero

Poco a poco, el Getafe se fue encerrando hasta creer que podía rechazar una contra y regalar la pelota completamente, pero en el minuto 66 un tiro de esquina les concede el gol de Valera que les hace ganar por la mínima a un Barça creo yo, sin el día para estar 100% concentrados ya que comprendo el desgaste utilizado en Milan...

Actuó como carga en este partido que se necesita la misma dosis de concentración, entendiendo el Cerrojo que armaría el equipo de Luis García. Por lo tanto sin la oportunidad de dosificar debido al lapso entre el partido en Milan y en Madrid, el Getafe se benefició ampliamente. En las últimas temporadas, aparte, nos ha costado muchísimo vencerlos. ¿Excusa? Para nada, es cuestión de análisis.

Nunca un equipo ha ganado una competición a falta de 24 jornadas por disputarse, así que no demos algo por hecho, y menos echando la culpa al Barça cuando cumplió perfectamente los papeles y dio lo que pudo.

A por el Rayo.

Pep se arriesgó, y ganó

El 4-3-1-2 del Milan hizo sacar jugo en el Camp Nou cerrando líneas de pase que llovían por el centro. Poco se sacaron aquellos minutos en el que Guardiola no cambió de opinión el insistir tanto en la transición del centro hacia fuera.
También lo fue en Milan, pero Allegri hizo que su planteamiento arriesgado y comprometedor en el pase cruzado, sea un inagotable calvario para la espalda del mediocampo que sufrió auténticos descalabros.

Pero hay que ir desde el principio. Pep alineó un 3-4-3 de arranque compuesta por:

Valdés
Puyol – Mascherano – Abidal
Busquets
Xavi – Keita
Thiago
Messi –Cesc - Villa

Claro que los números, la geometría que supone la táctica corrompen todo tipo de ideas para poder comprender el trabajo, pero supuestamente estuvieron situados de esta manera. Conforme nos vinieron las oportunidades, notablemente estaban los movimientos que hacen versátil este sistema. Como es habitual, Cesc se retrasó para contribuir en la horizontalidad para después romper líneas con su llegada al área.

Busquets también aparentaba. Es un jugador libre, en otras palabras. No tiene puesto, y se adecúa o condiciona de acuerdo al orden posicional que se sitúan los demás. De pivote, de interior, en fin, hacen falta muchos adjetivos para reconocer su trabajo técnico y táctico y así entender el por qué de función.

Con estas facultades se presentaba ante un Milan atrevido en toda la primera parte. Gracias al 4-3-1-2, es verdad, pero que también propició que el Barça rompa fácilmente la líneas de 3 (Aquilani, Van Bommel & Seedorf) con la retrasada defensa, y junto a Messi y Thiago, quedaron en ventaja con los delanteros sumado a Cesc verticalizando; aunque me queda mucha la duda si el Barça podía haber sido altruista en este aspecto del partido, a pesar de no estar en un mal momento físico.

Hubo varias ocasiones fallidas que llegaron de esta manera, como también por parte de los rossoneros que no desaprovecharon y armaron contras peligrosas dejando en evidencia el peligro de situar línea de 3 al fondo.

Me hubiera gustado que el Barça sea absoluto dueño de la pelota, pero hay que admitir que la dureza del Milan en presionar con cinco hombres, así arriesgara mucho, no fue en vano y estuvo muy cerca de restar situaciones que quedaron en nada ante la portería de Valdés.

Al final de todo, Guardiola alineó a dos extremos fijos (Alexis y Pedro) quedando Messi y Thiago repartiéndose posiciones. Alexis se jugó un partidazo en los pocos minutos al defender infinidad de veces, también Pedro que dio sensaciones positivas en su regreso. Como Thiago que a mi opinión, se hizo un partidazo actuando entre líneas, y no siendo su especialidad.

Así, el Barça se hace merecedor de primer lugar en su grupo y contar ya con el “factor campo” desde octavos de final. Vamos.

Un canto al fútbol

El Barça empató a 2 en San Mamés en un duelo apoteósico. Pocos partidos son de este nivel de intensidad. Al igual que en Valencia, se vio un rival atrevido, y sobre todo muy ordenado en su posicionamiento, casi sincronizado.

Marcelo Bielsa, un entrenador ya veterano plantó su 4-2-3-1, como un as bajo la manga, para tratar de trabar el juego del Barça en el mediocampo.
Comenzaba con la presión asfixiante que les caracteriza que no fue gran problema para nuestras salidas y primeros toques, pero sí en la zona central que es donde el doble pivote del Athletic, Herrera e Iturraspe, dieron una lección de fútbol en posicionamiento. Los apoyos continuos, y su obligación, la de cerrar líneas de pase fue esencial para frenar el ataque volcado del Barça, que apostaba por un 3-4-3 "nuevo" y con más acciones ofensivas.

La línea de 3 era comandada por Mascherano, Piqué y Abidal. El pivote a disposición de Sergio Busquets, mientras Xavi buscaba romper líneas junto a Cesc que se ubicaba como jugador todo terreno. Más adelante estaba Iniesta como receptor, Messi como en los viejos tiempos, rompiendo desde la banda, y Adriano y Alves estirando el campo desde la zona central.

El planteamiento de Pep fue muy versátil. Así, el Barça comenzaba a perforar a un Athletic muchas veces en desventaja pero que su mal estado de campo no ayudó a mover cómodamente la pelota. Lástima que en un fallo defensivo, Susaeta salió embalado para dar una asistencia al gran Ander Herrera que metió un golazo poniendo en ventaja al Athletic.

El gran Llorente fue una clave importante. Su recepción de espaldas es de las pocas buenas que hay en el fútbol actual, y ese detalle sirvió de mucho para los sacos en largo de Iraizoz. Bielsa no cambió ni un detalle su táctica. Siguió apostando por su 4-2-3-1, que a pesar de sufrir el empate inmediato de Cesc, el Athletic resistió la primera parte y continuó con la misma actitud en la segunda.

El Barça también fue de menos a más. En un tiro libre, Llorente cazó una de esas pocas pelotas y dio apenas al centro del arco, que por mala fortuna, Piqué empuja sin reaccionar con un rechace. Aun así Messi conseguía en el minuto 91 empatar el partido, dando justicia a un partido luchado.

Las dudas no deben existir

Un aspecto importante acerca de lo que el Barça va haciendo hasta la fecha, es que no se puede dudar de este equipo. Si bien el Madrid nos saca 3 puntos de ventaja no debe servir como fundamento para creer que los blancos logren ganar esta Liga. Veo al Barça más fuerte tácticamente, y su actitud sin lugar a dudas sigue la misma forma; sea contra equipos pequeños o equipos grandes, como el Athletic del Loco Bielsa.

El miércoles arranca la Copa del Rey.

Praga quedará marcado

Guardiola dio confianza a realizar un 4-3-3. Las triangulaciones que comenzaron a dar frutos desde la banda izquierda daban toda la sensación de un equipo mentalizado, sereno y con mucho respeto hacia el rival. Aunque hubo complicaciones al principio del partido como ese 1 contra 1 de Petrzela contra el meta blaugrana, pero las motivaciones para enfrentar este partido eran especiales. No sólo el pase a octavos o que Pep cumpliera 200 partidos, sino que dentro del campo, el mismo Valdés iba a romper un nuevo récord de imbatibilidad y Lionel Messi podía alcanzar los 200 goles que le acercan aun más al mítico César con 235 goles en la historia del Barça.

Las ocasiones cada vez eran más peligrosas. Cesc y Thiago se movilizaban constantemente retrasándose o escalonando líneas buscando espacios en el que Busquets sacaba ventaja dando el primer pase. El centro fue el motor que mantuvo al Barça al 100%. Junto a Leo Messi buscaban siempre los espacios; y las bandas no fueron una excepción. Las triangulaciones se dieron al mismo ritmo de siempre.

Un mal cruce de Cišovský a Messi en el área produce un penal que Leo llega a convertir. Alcanzaba su gol 200, pero las cosas no terminaban ahí. El Barça comenzó a superar el ritmo normal del partido, y un minuto antes de acabar el primer tiempo al producirse una pared de Adriano a Messi, llega el segundo. El partido estaba casi sentenciado.

El Viktoria con 10 jugadores fue aun más compacto. Realizó muchos dibujos. Desde un 4-1-4, variante 5 hombres al medio, o un 4-3-2, presionando las salidas desde los costados, que era por donde más atacaban. Si bien Horvath dijo que "serían más ofensivos" en su campo, fue un error matizar este aspecto sobre los jugadores. Muchas veces formaron una línea de 3 adelantada altamente arriesgada y hasta optaron por salir desde el primer pase, por el centro.

Sus transiciones largas, aparte de ello, dificultaban las posiciones de sus jugadores, principalmente de sus mediocentros; que se exigieron descomunalmente subiendo y bajando de un extremo a otro.

El Barça no se conformó y siguió buscando. La oportunidad llegó en un centro del gran Isaac Cuenca el cual Cesc aprovechaba con un cabezazo. Luego, Busquets se fue por Keita. Dos pivotes magníficos. Aunque uno soportando presión por todos sus ángulos, y uno más cómodo desenvolviendo su juego en los 3/4 de campo, cuando todo es posesión para el Barça.

Y Alexis Sánchez también entró. Una buena noticia haberlo visto jugar. Maxwell sustituyó a Abidal llegando a ocupar el perfil izquierdo, mientras Adriano se cambió de banda.

El partido terminó con otro gol de Leo Messi, que se fue satisfecho con otro hat-trick. Praga quedará marcado...