1 nov 2011

Praga quedará marcado

Guardiola dio confianza a realizar un 4-3-3. Las triangulaciones que comenzaron a dar frutos desde la banda izquierda daban toda la sensación de un equipo mentalizado, sereno y con mucho respeto hacia el rival. Aunque hubo complicaciones al principio del partido como ese 1 contra 1 de Petrzela contra el meta blaugrana, pero las motivaciones para enfrentar este partido eran especiales. No sólo el pase a octavos o que Pep cumpliera 200 partidos, sino que dentro del campo, el mismo Valdés iba a romper un nuevo récord de imbatibilidad y Lionel Messi podía alcanzar los 200 goles que le acercan aun más al mítico César con 235 goles en la historia del Barça.

Las ocasiones cada vez eran más peligrosas. Cesc y Thiago se movilizaban constantemente retrasándose o escalonando líneas buscando espacios en el que Busquets sacaba ventaja dando el primer pase. El centro fue el motor que mantuvo al Barça al 100%. Junto a Leo Messi buscaban siempre los espacios; y las bandas no fueron una excepción. Las triangulaciones se dieron al mismo ritmo de siempre.

Un mal cruce de Cišovský a Messi en el área produce un penal que Leo llega a convertir. Alcanzaba su gol 200, pero las cosas no terminaban ahí. El Barça comenzó a superar el ritmo normal del partido, y un minuto antes de acabar el primer tiempo al producirse una pared de Adriano a Messi, llega el segundo. El partido estaba casi sentenciado.

El Viktoria con 10 jugadores fue aun más compacto. Realizó muchos dibujos. Desde un 4-1-4, variante 5 hombres al medio, o un 4-3-2, presionando las salidas desde los costados, que era por donde más atacaban. Si bien Horvath dijo que "serían más ofensivos" en su campo, fue un error matizar este aspecto sobre los jugadores. Muchas veces formaron una línea de 3 adelantada altamente arriesgada y hasta optaron por salir desde el primer pase, por el centro.
Sus transiciones largas, aparte de ello, dificultaban las posiciones de sus jugadores, principalmente de sus mediocentros; que se exigieron descomunalmente subiendo y bajando de un extremo a otro.

El Barça no se conformó y siguió buscando. La oportunidad llegó en un centro del gran Isaac Cuenca el cual Cesc aprovechaba con un cabezazo. Luego, Busquets se fue por Keita. Dos pivotes magníficos. Aunque uno soportando presión por todos sus ángulos, y uno más cómodo desenvolviendo su juego en los 3/4 de campo, cuando todo es posesión para el Barça.

Y Alexis Sánchez también entró. Una buena noticia haberlo visto jugar. Maxwell sustituyó a Abidal llegando a ocupar el perfil izquierdo, mientras Adriano se cambió de banda.
El partido terminó con otro gol de Leo Messi, que se fue satisfecho con otro hat-trick. Praga quedará marcado...

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