Hoy sucedió casi lo mismo, con los mismos protagonistas, en el mismo estadio y similares planteamientos. ¿Casualidad? No lo creo. Si volteamos a ver que sucedió antes de este partido, se murmuraba y se andaba vociferando mucho eso que "Tenemos un equipazo", "Será una goleada ante la Real", "Nos paseamos ante el rival"... Frases excesivamente fuera de control y hasta diría yo, exclamando lo absurdo.
No fue culpa del Virus FIFA. El equipo "alternativo" que salió hoy al campo bien podría haber goleado en Anoeta. Las excusas no valen y los mínimos errores nos costaron dos puntos, ¿porqué? pues porque hay que andar recordando que esto es fútbol y la más mínima distracción puede salir cara.
El Barça empezó muy bien en juego. Había fluidez y a los 10' minutos llegaron dos goles seguidos, Xavi y Cesc. A partir de ahí los problemas aparecieron, y no precisamente en el juego, sino en la mentalidad que comenzó a colocar al equipo en las nubes poco a poco, hasta quedarse dormidos en la segunda parte.
Nada más empezar los otros 45 minutos, el Barça vivía de los balones a las bandas y alguna que otra individualidad, y en momentos donde uno menos se lo piensa estuvo el gol de Agirretxe, y un minutos después, el de Griezmann.
La línea de 5 del rival se intensificó mucho más como aquel partido del 31 de abril. La Real Sociedad sacó jugo de eso y Anoeta se ha convertido en el nuevo estadio 'maldito'.
Lo que más se teme, es que se comience a bajar el acelerador de cara a los próximos partidos, porque comenzar a ver millones de elogios a Fábregas, comentarios de diferentes personajes en la publicidad, extraños y fuera de sí, hace mal al equipo en el futuro.
Ojalá que esta lección se capte rápido, pero que no sirva para un partido o dos, sino para toda la temporada.
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