4 ago 2011

Un 4-1 no sorprende

Yo me pongo en lugar del equipo de México que ayer goleó 4-1 al Barça. Meses antes, cuando se habrán enterado que jugarán contra el mejor equipo del mundo; se te pondrá la piel de gallina de emocionado.
Emocionado, porque pelearás 90 minutos incesantemente con los mejores del fútbol y emocionado porque sabes que puedes tener la oportunidad de meterle un gol; así pierdas, te hará sentir orgulloso de haber sido; al menos, competitivo y estar por un momento a la altura del mejor del mundo.

Esa motivación del rival no impide al Barça ganar, pero si se relaja, claro que sí. Por eso Pep insiste tanto en que no deben relajarse. Lo hace porque sabe que el fútbol no es una ciencia exacta. Todo no se ve tan claro. La psicología también interviene.

Es por eso que el aficionado no entiende cuando Guardiola insiste con el discurso de no confiarse ante el Sahkhtar, Dynamo de Kiev, Rubin Kazan... equipos desconocidísimos y con un pequeño rótulo que permite al entorno señalar fácilmente el favorito del partido.
Ese es el problema y seguirá siéndolo durante esta temporada: Los equipos pequeños. Ellos claro que saben golpear, y si te distraes, prepárate para caer noqueado y luego verte perder como tonto cuando veías que tenías muchas más posibilidades que ellos.

La goleada de ayer sirve como un llamada de atención; no sólo para decir que las vacaciones ya acabaron, sino para lo que viene a continuación (Supercopa de España y Europa, Mundial de Clubes) y en las tres competiciones de la temporada 11/12.

Como siempre dije depende del equipo triunfar, y nuevamente será así. Hacerlo es difícil claro y yo no soy nadie para criticar así de fácil. Cuando vi lo de ayer, traté de verlo desde este punto y comprendí que el mejor equipo del mundo puede caer tontamente.

Si se confían,... un 4-1 no sorprende.

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