El Barça y su discurso favorito

Ayer el Barça se coronó campeón de la Supercopa de Europa frente al Oporto de Pereira. Es una pena que no haya sido un enfrentamiento "Guardiola vs Villas-Boas", pero el destino quiso poner a prueba a Vítor Pereira que daba, a mi punto de vista, sensaciones buenas; pero para este partido todo lo contrario.

El Oporto heredado por el joven Villas-Boas, ahora en el Chelsea, dejó a un equipo acostumbrado a dominar el partido. Tomando ese aspecto como pilar fundamental para los dragones, se puede pensar que iba a ser un partido sufrido ya que ganarle al Barça en posesión es prácticamente imposible.

El equipo portugués estaba acostumbrado también, a no recibir tantos golpes en defensa... su buena colocación y triangulaciones por los costados era su máxima virtud y la cual podría haberle hecho daño a espaldas de Adriano y Alves, pero el error estuvo desde el principio...

Pereira armó un 4-3-3, y apostó por el atrevimiento de cerrar los primeros pases de la defensa azulgrana. Realizó una presión abrumadora que puso en aprietos al Barça en la primera parte y en algunas salidas de Víctor Valdés, pero el planteamiento 4-1-4-1, con los extremos como 'alas' hizo que realicen un desgaste fuerte y no resista a la presión blaugrana.

Llegó el gol de Messi tras un error de Guarín y la superioridad la creaban los pupilos de Pep.

Arriesgar con una línea de 4 en medio, que hiciese un trabajo forzado, principalmente en las bandas, hizo ganar fácilmente las espaldas y ahí encontrarnos con los 4 defensores y un mediocampista. Villa y Pedro hicieron de las suyas al estar muy abiertos por los costados. Crearon peligro de sobra principalmente por el sector derecho y abriendo el campo, Messi e Iniesta fueron amos y dueños del partido.

Xavi no tenía problemas para encontrar receptores, y es por esa razón la cual Iniesta y consecuentemente Messi hicieran de las suyas. Keita también cumplió un duro rol. Su estado físico era el adecuado y Pep no dudó en que recorra grandes kilómetros apoyando, cerrando líneas, marcando y basculando.

A pesar de que el partido pudiese haberse extendido ante ese penal de Abidal, los blaugranas eran superiores y el gol de Cesc cerró con broche de oro.

Un grandísimo partido del Barça de Pep Guardiola terminó por llevarse otro trofeo a su prestigiosa vitrina, que está rompiendo récords en números y ya es el mejor equipo de España superando al Real Madrid 75 a 74 títulos. Toda una leyenda. Todo indica que esta temporada será aun más difícil ya que el favoritismo ha quedado reposada en el equipo catalán.