24 dic 2011

Para que la ambición no se apague


Ha sido otro año especial. Los frutos no han dejado de llover, y no solamente por el irrefutable entrenador que tenemos, o los maravillosos jugadores, sino, en líneas generales, por seguir apostando a una filosofía impuesta desde hace ya 21 años; y que es sin duda la verdadera arma que nos ha mantenido intactos en el podio de los mejores del mundo.

Desde que Guardiola cogió el timón de uno de los equipos con mayor prestigio en el mundo, yo también comencé a seguir los pasos del fútbol. Años pasados y prácticamente 13 años he vivido sin un entorno futbolístico con buenas influencias que digamos. El Barça me ha enseñado a vivir otra historia, y rechazar por completo al juego vertical, clásico y que siempre me ha tenido aburrido y cansado desde que simpaticé por este deporte desde muy pequeño.

El Barça ha cambiado prácticamente mi vida, y una de las cosas que he logrado aprender de este equipo es saber controlar las emociones en los momentos adecuados. El ambiente que rodea al grupo últimamente no ha sido el correcto, y diría que hasta ha sido culpable de algunos tropiezos.

Por eso, junto a este pequeño mensaje quiero decirle a todo quien lea estas líneas que así como Pep, el staff técnico, el equipo y directiva tiene el reto de seguir manteniendo al Barça con las máximas condiciones posibles para enfrentar las competiciones, el aficionado culé también tiene una responsabilidad, que es saber manejar sus emociones.

Lamentablemente, hoy en día la prensa peca de amarillista, factor clave que a la larga termina afectando a los aficionados que simplemente reciben información y perciben lo que el vendedor quiere. Todo esto se ha guiado mucho del resultadismo en el fútbol. Una derrota significa que se ha hecho un partido malo, y una victoria, que fue un partido espectacular.
Que Messi no haya metido un gol significa que algo le pasa. Que Iniesta no haya dado ninguna asistencia, es que ha jugado pésimo.

Dejemos ya de guiarnos de los números que a las finales no simbolizan nada de lo que se trabaja. Aquella responsabilidad que menciono, es aquella, la de dar contra al resultadismo que cada día se extiende más y más. Siempre guiarnos de las sensaciones futbolísticas, porque analizando de esa manera se encuentra el verdadero por qué de las cosas.
Despedimos este grandísimo 2011 y damos paso a este complicado 2012, siempre lleno de retos...


Ojalá que hayan pasado un gran día en el cierre de año. Ya el 4 de este mes arranca la segunda vuelta liguera, y todo de nuevo en marcha.

Quiero anunciarles también, que por razones de tiempo, este año habrá cambios. Haré siempre comentarios al respecto de lo que pase en los partidos pero sólo los fines de semana. Claro que, mientras menos crónicas haga, merecidamente debe haber un mejor análisis, más exhaustivo ;)

Disfruten siempre. Visca el Barça.

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