6 mar 2013

La verdadera situación de Leo Messi


Messi fue hace días el foco de atención de muchos periodistas, pero no fue sorprendente que conclusiones concretas y objetivas no hubiera. El análisis no estuvo muy bien estructurado, y es que con solo números no podemos argumentar. Leo sufre su primer bajón desde que fuera leyenda. El chico que soportó temporada tras temporada partidos de altísimo nivel, presenta un ligero fallo en sus pies, cuestión no reprochable y más bien comprensible, como en cualquier gran futbolista. El hecho es que, ese bajón no es algo desapercibido, o no debe ser, y la razón es la misma por la cual el argentino se ha convertido en el jugador más determinante en el sistema culé después de Iniesta.. Messi acapara la más importante arma cuando el Barcelona llega a pisar el área rival. ¿Cómo? Pues junta rivales. Y todas nos retratan una sola cosa: que cuando Leo tiene el balón, al no ir dos o tres, sino cinco, crea espacios por la atención prestada (orientación del cuerpo, miradas, presión). Así pues, goles, transiciones y muchísimos ataques posicionales llegan a concretarse.

Ejemplo:


¿Qué pasa en resumen? Que Leo sigue haciendo goles, creando asistencias, pero ha perdido su arma más importante: el regate. Es decir, aún le salen, pero circunstancialmente. En definitiva, plantearse encarar es ahora mismo, difícil. Ya no arranca en slalom, pasa rivales o desborda. Cuando antes le salía cualquier diablura en medio de un diminuto espacio entre contrarios, ahora no. Entonces, ¿se supone que las pérdidas de balón son el problema? No. Todavía no hemos encontrado el dolor de cabeza.

Contra el Granada Leo Messi no perdió ni una sola vez la pelota. Por lo cual, la situación es la siguiente: al perder amenaza de regate, Leo ya no tira de su individualidad, sino directamente el Barcelona pasa de ello para que se dé rápidamente una asociación. Entonces si se obvia el más importante paso de "balón a Leo para crear espacios", el rival se posiciona muchísimo mejor y el Barcelona es más previsible. Esta es la cuestión:

Messi obvia su regate y pasa el balón. El rival está mejor posicionado para cortar la jugada.

En el fútbol a veces se depende de jugadores para poder aumentar muchísimo más tu potencial. A mi punto de vista, no comparto que se desaproveche recursos tan buenos como los desbordes de Tello o las rupturas de Alexis cuando Leo falla. Lo que faltó en Milan fue más algo de abajo que de arriba, y por ende, lo poco que le quedó a Messi se lo comió Ambrossini. Ante Sevilla, Roura le regaló 45 minutos de relax con Villa sujetando a los centrales, pero no pasó a ofrecer soluciones de cara al Clásico, que confirmó esa inferioridad tras la falta de su desborde que hace falta en minutos tan difíciles como de aquel día. Falta recuperar a nuestro genio; y ojalá que se dé lo más pronto.

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